La luz de tus ojos
Busqué la hora, el minuto, el segundo…
El instante de gloria que dejara
Al mundo de súbito;
Quise controlar el tiempo y me equivoqué,
No existía nada más allá de tus ojos,
No distinguía pasado de presente
Ni presente de futuro;
Sólo sentí tu beso,
El beso que fue y me dejó mudo.
El mar y las estrellas estaban dormidos anoche,
Yacían en un sofá expectantes
A lo que estaba pasando;
El viento fue llevando el eco de nuestras
Voces perdidas en susurros
Que se escurrían en tu boca
Dejando adormecida tu lengua,
Que se confundía con la mía
En la oscuridad inmensa de esta lejanía.
Amor, dime tu que en tus ojos yo me vea,
Que por ti hoy vivo sueño
Y no distingo realidad de ilusión,
Cuéntame, aquí, mientras dormidos
No hayamos, dónde guardas mi corazón
Para que pueda encontrarlo;
Mis latidos siguen hablando un lenguaje extraño,
Que hace harto tiempo desde antaño,
No fue recordado,
Y es que sobre todo, en el camino, me hallo,
Del enamorado.
“Lagos azules lacerados, sucumbiese mi alma negra en ellos; gris frío ardiente metalizado, tu beso y tu mirada… mi corazón helado”
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