En la esperanza te espero
Todo es noche aunque el sol
Esté fuera brillando lejos
De esta habitación en penumbra;
Sé que está ahí porque lo veo
Y lo siento cuando se cuela
Por las pequeñas rajas
De esta persiana verde y corroída
Por el tiempo.
Estoy desnuda, frente a mí misma,
Observándome en el espejo
Como un reflejo de lo que
Algún día fui, y que hoy,
Parece que él ya no recuerda.
Qué rabia da; que decepción
Más grande siento, que no
Tiene cabida en cada
Respiración de mi dilatado aliento;
Esta incertidumbre, esta ira contenida
No puedo sostenerla, se está
Convirtiendo en una melodía
Llevada todo el tiempo a cuestas.
El corazón por momentos se me encoge
Ante la respiración agitada, las lágrimas
Templadas y el sudor frío;
Mi alma se congela en pleno día
De primavera sin previo aviso,
A sabiendas de que hay otra,
De que siento celos y ya nada
Volverá a ser lo mismo.
Ahora lo que siento está más vivo
Que nunca agitado por el fuego
Abrasador del dolor de este abandono.
Ahora que todo está lejano y yo
Me encuentro sola en este rellano,
Impotente ante cinco meses
Que se me escurren entre las manos
Dudo de mi suerte, todo me parece
Infinito, dudo hasta de mi misma
Y de los instantes en que lo sentí tan mío.
Cuando vuelva todo será como en un
Viejo cuento,
No sabremos nada el uno del otro,
Seremos dos completos desconocidos,
Quizás nuestras caras hayan cambiado,
El tiempo se habrá ido,
El sol se haya apagado
Y yo sienta el corazón vivo.
Allá cuando obre el milagro,
Yo podré salir de esta habitación,
Dejar de escuchar esa vieja canción,
Mirar al sol de frente,
Poder de nuevo respirar,
Sentir como late mi corazón
De cara a la inmensidad del mar;
Allá, dónde los cuentos nacen
Y el sol perece;
La luna estará esperándome
Para volver a soñar contando estrellas
De nuevo, en algún lugar.
¿En la esperanza quizás?
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