Huevos u Ovarios




Hablo solo, conmigo mismo,
En la noche de incesante lluvia;
Los cristales gélidos duermen mientras
El viento los moja con una brizna fina,
Gota a gota, chocan una y otra vez,
Otra,
Reclamando lo que nunca fue suyo,
De ello se le llena la boca,
Cae lentamente como el hielo decrépito
De lamentación silenciosa.

Nunca ha sido mía, nunca,
Más la sentí como si lo fuera,
La luz de su ventana salve ahora una linterna;
En esta habitación oscura donde del
Exterior nada penetra pero si en esencia,
Este frío helado que a mi corazón congela;
Se la llevarán los años como condena,
Se la llevará el nuevo néctar
De los venideros triunfos
De las cosas que están por llegar
Y llegan.

Triste penumbra azul de princesas muertas
Revive el calor como licor de mis entrañas revueltas,
Calienta mi cuerpo este estado de Euforia,
Falsa mentira indómita, que se marcha
Como todas, a la triste guerra
De la soledad a deshoras.

En cada una, mi fruto, mi semilla primera;
Que pasa desapercibida en otoño,
Oscureciéndose en invierno,
Renaciendo en primavera cuando
En flor están los almendros,
Dulce atardecer de verano,
Crepúsculo de en mi cuerpo tus manos,
Mis labios las esculpen produciendo el milagro,
Un momento, un solo instante, en la noche,
En la quietud de los padres.

Lloran la pérdida, el error;
Saborean la miel, desean la colmena;
No pueden ó ¿no quieren?
El intento por la comprensión del diálogo,
Delito de estar jugando,
Delito que consiento a pesar de los años.

Palabras, suaves, palabras,
Palabras, llevan y traen, palabras
Cloc, cloc, cloc,
Gotea incesante sin tregua,
Sin fatiga navegante que apremia;
Cala la mella como humedad en los huesos,
Génesis de la mentira, veneno,
Nada bueno, perverso.

Sigo sin entenderlo
¿Es un juego o un quiero y no puedo?
¿Cómo se quiere y no se puede?
Injusticia clamas en alto a nadie;
Querer es poder y atreverse,
¿Qué te frena? ¿El miedo o la cobardía?
¿Está el ser humano atado al sufrimiento
En su existencia efímera?

La ecuación de la vida siempre es la misma:
Vida igual a problema partido
De sentido común (el menos común
De los sentidos) con resultado
De sufrimiento garantizado, sin estímulo.

Aquí reside la lógica de mi diálogo,
Demagogia aplastante de desánimo,
Certeza incontrolada de cualquier comentario,
Todo, se reduce a huevos u ovarios.

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