Brisa


A veces pienso que eres

La brisa que trajo el viento;

Frágil, efímera, volátil…

Y te persigo como si fueras

Un sueño inalcanzable

De alas blancas que a volar

Se baten hacía ningún lugar

Lejos de aquí, como

Suspiros sin dueño.


Tu beso de flor perlada,

Tu sentido y sensibilidad

Sensuada

Que me hace suscitar tu nombre

En voz baja,

Como susurros nocturnos de soledad

Acongojada; ¿Dónde estuviste; dónde

Has estado todo este tiempo, dónde

Estarás mañana?

Si mi alma te siente cerca y tú,

Viento, no paras de huir,

No paras de volar.


Lanzo tu nombre a lo inmenso

Y callo en la noche obteniendo silencio,

Esperanzo una respuesta;

Cierro los ojos para sentir

El cielo negro, de esta noche desierta,

Que argentada está de luna

Y de estrellas sedienta;

Astros azul oscuro casi negro,

Que menguan en mi alma

En todo momento,

Que no te tengo conmigo

En este rincón aparte de mi universo.


Tu lejanía es la sal de mis heridas,

Irrita la piel de mi vida;

Lo más lejos que te quisiera

Sería a mi lado; alma, ponte color naranja,

Alma en ti se hizo el amor,

Mi corazón indómito,

Mi sangre, mi cuerpo, tu cuerpo,

Más que pecado… más que tentación.


Ando en deseos de hacerlo contigo,

Amarnos como el fuego,

Perder la consciencia y la noción del tiempo,

Rodar por el piso,

Hacerte sentir como la primavera

A los almendros… hacerte flor en la mañana,

Afrutar tu piel templada

Y caer rendido sobre tu pecho protector

Derrotado por tus ganas.

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