¿rendición o bendición?

Como palabras exactas, bendición o rendición; a ojos vista unos podrán verlo de una forma y otros de otras pero al fin al cabo el que debe valorar la decisión, la repercusión y la solución es el mismo que escribe estas líneas.

Me siento muy apenado por varias cosas: los compañeros de piso, las cosas buenas que dejo y las oportunidades que estaban en el aire... pero estás últimas que he nombrado han sido las que más me han consumido en este angosto letargo. Dicho así, desde que terminó el verano ha sido como la expectación de una reacción que no se daba, y ahora, ya se ha dado por completo.

Ando asimilando un poco esta avalancha de acontecimientos rápidos; al menos por días yo me voy encontrando mejor pero con la sensación de una falsa sensación de paz que en algún momento explotará en mi cara.

Estoy feliz de estar aquí, ahora mismo todo está tan en el aire como un susurro que al ser desvelado se desvanece; miro con asombro de sorpresa mi habitación, tengo ganas de emocionarme y de mis ojos se escapa prófuga alguna gota mojada. El silencio del cual disfruto no está descrito jamás por mis dedos, este silencio es tan eterno como un beso en los labios después de una larga espera, noto la respiración de la habitación en cada chasquido de mis teclas y es como una balada que emana de las paredes.

La luz es tenue, como la mar desdibujada de mi azotea o el anuncio del levante; mi habitación, mi escritorio, mi tabla de surf, los cajones de mi cuarto, la solidez de los argumentos de mi cama... es todo.

Me rindo ante estas cosas o vivencias, me inclino como una bendición del cielo el comprender y el madurar que volver atrás para coger fuerzas no es rendirse sino progresar. Vuelvo atrás para darme cuerda y volver a empezar.

Tengo que curarme de todo lo que me ha pasado, de lo negativo, aprender a resurgir y reforjarme. Yo quiero un futuro, alejarme de lo que no es ir por ese camino y sobre todo vivir porque ¿qué es vivir lejos de lo que uno ama restringiendo cada minuto recluido en sí mismo, en una prisión de asfalto? Necesitaba volver, respirar y ser bendecido por ese mar, por ese viento y por esa gente que me hacen en toda mi concepción.

Doy gracias por volver, por respirar e ir llenándome poco a poco; sólo acaba de empezar y ya me siento más vivo de lo que he estado en tiempo atrás. Desde Septiembre hasta ahora es como si hubiera estado muerto, ya sólo me queda nacer de nuevo y volver a sentirme vivo.


Comentarios

Entradas populares