Como antaño

En el recuerdo del naufrago,
donde cada mañana encuentro una balsa
a la que agarrarme,
cada tarde se me deshace y
cada noche me encuentro en el mismo mar
albergando la esperanza de una nueva balsa mañana.

Sigo nadando, por momentos en una dirección,
otros tantos en otra, a veces pierdo el rumbo,
me desoriento, me vuelvo a orientar
pero de manera súbita
me encuentro en el mismo lugar.

Continuo en el medio del medio,
en la luz, pero oculto entre la sombra,
de súbito arriba y en lo bajo, 
en lo alegre y en lo hufano...
allí mismo repitiendo el instante
donde me dejé llevar por tu mano.

Como antaño... 
un repetición sucesiva de
un continuo engaño.

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