Trece de Enero


Trece de enero, día del amor indomable,
Andas por el frío invierno de mis recuerdos
Como aullido del viento entre cobardes.

Dejas atrás muchos momentos, horas de
Conversación hasta casi el alba, días y días de
Desasosiego contemplativo, viviendo para el
Tiempo que me hacía sentir cautivo.

Hoy se me antoja lejano, ese día 13 de enero
Que ya no pueden alcanzar mis manos,
Cada mes que pasa rememoro los acontecimientos,
El amor que se fue y que vino de nuevo.

Mucho ha de llover para que olvide ese día,
Atenta si te muestro esa sonrisa que
Tanto te gusta, porque dice más de lo que
Te digo mi musa.

Atardeceres de ensueño, noches de bronce
Argentadas de milenio, sombras en la oscuridad
Que traten de disipar cualquier tedio, antes de
Dormir, escucho el silencio, pisadas vienen hacia mi
Y no tengo miedo, esto es inminente, querido trece de
Enero, si tú no estás aquí, yo sin ti me muero.

No quiero claveles en mi lápida, solo una triste
Canción de cuna, que me haga recordar desde
El otro mundo, el otro mundo que me hiciste vivir
A mí en medio de una realidad confusa de sueños.

Querido trece de enero, hoy te escribo porque
Te recuerdo, quería decirte que eres lo primero,
Que sin ti yo no lo sabía, que había cosas nuevas
Que vivir y sin ti yo me las perdería; por eso
Me alegro de haber vivido, de haber llorado
Y sufrido, porque este camino es el que me ha
Llevado hasta a ti, porque este camino es
El comenzamos andar cogidos de la mano
Hacia un futuro incierto, querido trece de enero
Siempre te recuerdo despierto.

Comentarios

Entradas populares