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A las 4 de la madrugada,
Vi por última vez tu fotografía,
Tu piel blanca y fina;
Como me gustaría poder escribir
En ella todos estos versos que
Ahora escribo en la yerma pasta
Blanquecina de este cuaderno;
Y pensar que hablábamos hace
Unos instantes aún sin creérmelo.

Quizás sea tu cara la que me ha
Cautivado, o tu sonrisa enigmática
Que me ha petrificado, alomejor tus ojos,
Luceros pardos de lo salvaje, que en el
Cielo nocturno me mostraron su bagaje.

Quien sabe si el mundo está loco,
O yo me he vuelto loco, ¡Mundo!
Que tu locura sube como levadura,
Al calor y al tiempo que también todo
Lo cura.

Después de esta noche,
Nada será lo mismo,
Todo será distinto;
Aún sigues radiando
Al despertar por mis instintos,
Sin rumbo, algo totalmente imprevisto.

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