Rima XVIII


La noche arde sobre el fuego de tu cuerpo,
Es la ardiente seducción de mis manos
Sobre tu vientre interno; el cielo quema
Y vaporoso en las yemas de tus dedos
Se escabulle, es lujuria intensa,
Imperceptible, en la que caigo una
Y otra vez hasta rendirme.
Las noches contigo son de oro y fuego,
Las mañanas de desnudez y juegos,
Contigo me siento eterno, sin ti,
Vacío e inmenso;
No sé cómo expresar cuanto te anhelo,
Me faltan tiempo para mos.trarlo en Enero

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