I say a little pray for you

Y es que, soy yo, frente a ti,
La nada; un temor acelerado
Que camina constante por tu
Calle con ritmo lacerado.

Me tiembla el pulso,
Mi delicadeza es nocturna
Y alevosa; coloco bien la caja
De brotes negros dónde
Escondo la rosa roja, la carta
Bien escondida en su fondo;
De la simple hoja, de la
Simplicidad de las cosas,
Dónde nada es lo que parecer
Lejos de una realidad ominosa.

De vuelta, recorriendo de nuevo
El camino antes andado; dudo
Si hice bien o no, si hice lo
Que siento o no, si tengo miedo
O no, a volver a enamorarme…
Pero, ¿Cuándo verás mi sorpresa?
¿Sabrás que he sido yo?
¿Qué es para ti una fecha?
¿Tiene caducidad el amor?
Qué más da 13 que 14 para ser yo.

Es tal la duda,
Que reside en mi alcoba,
Que si bien recibida y bendita
Fue la hora en que viniste a mí
Como una oportunidad a deshoras
De volver a sentir tantas cosas
Que a mi mente cuesta recordar,
Constantemente asaltando, la incertidumbre
Que ahora ahoga, sin conciliar el sueño,
Con palabras que me roban,
Mis ojos se van apagando, llevando
En volandas mis últimos restos de la noche,
Pero antes, lejos de todo reproche, aún
Recuerdo…

Eran las cinco de la madrugada,
Yo por tu calle vagaba, como si
Fuera un delincuente transeúnte
De una noche inerte, arriesgando
La fe sin valerme, pidiendo a Dios
Una respuesta al despertar…
Princesa, preciosa, linda,
Volverte a ver mañana
Y que mi pequeña oración
Se haga realidad por ti misma.

“I say a Little pray for you”