El alma


La melancolía aprieta, y desborda
Como la soledad de la noche;
Quizás esta habitación vacía
Es la señal que tanto esperé,
La única señal que he estado
Esperando tanto tiempo,
Silencio.

Escucho voces en mi cabeza,
Tranquilizadoras, apaciguadoras
De un fuego que nace y surge
De la necesidad insondable…
De volar a otro lugar lejos de aquí
Queriendo encontrar mí sitio.

La tristeza aparece esta noche,
Teñida de melancolía quieta;
Mi corazón se aflige ante este
Sentimiento allegado de pensamientos
Que van y vienen, como las olas del
Mar perlado, que de plata luna viene
Argentado, reptando como serpiente
Fría a ras del zapato acechado.

Ven y dime, que con una sola
Palabra bastará para calmar mí
Desasosiego, mi preocupación irá
Mitigando poco a poco como
Esta enfermedad que ha nacido en mí;
Entra en mi casa y tráeme la buena nueva
De que todo será diferente, dame la esperanza
Del creyente, la fe que mueve las montañas,
La voluntad del hombre… que consigue
Imposibles, que en la historia graba su nombre.

Dame… las noches que necesiten mis palabras
Para poder alabarte en la soledad de mi habitación
Hasta que sucumba de rodillas ante el tiempo
Que no perdona, hasta que me lleves a otro lugar
Dónde no hagan falta mis palabras, dónde yo
Ya no sea persona, sino alma.

Comentarios

Entradas populares