La cosa extraña

Hay algo que esta pasando y es muy raro; quizás la decepción es lo que ha sembrado esta duda en mi interior provocando esta inverosímil reacción alérgica, produciendo esta inanición filántropa que me consume por días.

He llegado a ese punto de inflexión que he ha contado al oído que no hay nada que hacer; he pensado mil veces en hacer las cosas distintas precipitándome de nuevo sobre los viejos errores pero ahora, siento que no necesito nada, no necesito sentimientos, ni sexo, ni cariño, ni amor.

Ahora comenzaré con otra responsabilidad más; ahora comenzaré con un día plagado de trabajo en el qué sólo trabajaré y dormiré, trabajaré y dormiré; va a ser una gran aventura, por primera vez en mucho tiempo necesito incomunicación, ya tengo una necesidad.

He pensado en hacerlo, en batirme contra todo eso que vengo haciendo y dejar que pase el tiempo con todo, que se congele y yo seguir con mi vida aparte sin tomar parte de la actualización inmediata de todo lo que nos rodea.

Trabajar, trabajar, trabajar... llega a un punto que sólo le encuentro sentido a eso y no quiero nada más... trabajar, trabajar, trabajar, para poder soñar y volar más allá de cualquier montaña que se precipite al mar.

Comentarios

Entradas populares