Sobre la soledad y sus demonios

La vida normalmente es como una jungla, no lo digo por la gente sino por los sentimientos contradictorios en que te ves en vuelto por algunas situaciones; pero la mayoría de las decisiones que se toman ante esas contradictorias historias son pensando en no acabar solo, solo y en el abandono, las personas tenemos un miedo terrible a sentirnos fuera de lugar, todos necesitamos aferrarnos a algo, ya sea bueno o malo, personas o animales, vicios o religión... el ser humano tiene miedo a abrir los ojos y ver que desde que naces hasta que mueres eres soledad.

La soledad tiene demonios que para mi no son desconocidos pero para la mayoría de personas si; yo vengo de los infiernos, de conocer todas sus caras, he fracasado una y otra vez hasta que me he hecho lo que soy ahora, inmune a ella, no tengo miedo a ganar, tampoco lo tengo a perder. Entonces no tengo miedos.

Hay muchos tipos y razones; la soledad impuesta es el peor de esos demonios porque es cuando nadie quiere estar contigo, cuando tus amigos o familia no pueden acompañarte, es una de las soledades que más duele, pero hay otra que es muchísimo peor, la soledad entre la gente.

Cuando realmente estás solo lo notas, cuando lo que te envuelve no es un ambiente sano, donde todos miran por sus intereses o por razones ocultas; creo que el peor castigo que puede tener una buena persona es estar en el ambiente equivocado, con las personas influyentes y no querer darse cuenta... por miedo a la soledad.

Una persona aferrada a eso puede pensar que algún día llegara a ser feliz, o que con eso es suficiente sin aspirar a más; esa persona sólo se engaña a sí mismo, complace a los que la manipulan y todo estará en calma... aunque no engaña a nadie que sepa su secreto, no engaña a su subconsciente porque en el fondo de su corazón sabe que está solo y que nadie podrá salvarlo sino deja que lo ayuden, es un ciclo que se repite continuamente hasta la saciedad.

Otro de los demonios más crueles de la soledad impuesta es la falta de amor; si como oyen, la falta de amor y de valoración por parte de los demás; estoy seguro, que toda persona que lea esto y esté en soledad nunca se ha percatado de lo gran persona que es y de las cosas que podría hacer para ser mejor, estar mejor y vivir de manera más óptima. 

Es una aberración decir que una persona llegará para llenar todo lo que falta; una persona llegará cuando tu seas completo o completa y haga de tu vida un lugar mejor del que ya era; si tu vida era perfecta, esa persona cuando llegue hará la vida más perfecta aún, entonces tu soledad y sus demonios desaparecerán para dejar lugar a este estado catatónico del alma.

Cuando llegues a ese punto, te darás cuenta de que todo lo que te movió a actuar así fue el miedo al éxito porque hasta ese momento sólo conocías fracaso tras fracaso; que todo movimiento o intención era por la necesidad de sentir una falsa seguridad que nunca existió, que sólo era gente, o sólo era una relación sin futuro, o un trabajo cualquiera que por el momento valiera... llegas al momento en el que por algún sitio revienta pagando los platos rotos de lo que hasta ahora tu mismo o misma procurabas para sentirte bien.

El miedo unicamente es un filtro que tapa tus progresiones, las personas a veces son como una tapadera que no dejan salir lo mejor de ti, para más inri me atrevería a decir queridos lectores que miedo y personas, miedos y tapaderas hacen que nos oprimamos más entrando en una especie de ajeno letargo sumiso. 

La soledad y sus demonios son como un esguince, hay que recuperarse de ellos desde el momento en el que te lo haces; moviéndote dentro del umbral del dolor tocando el fondo y tocando el techo, así hasta recuperar el equilibrio pero no vale de nada quedarse esperando, viendo pasar el tiempo ante tus narices como un tren que desfila ante tus ojos, hay que actuar sin miedo a las consecuencias, las cosas hay que pensarlas lo justo y atreverse a salir ahí afuera a plantarle cara a esos miedos que tenemos, a esos demonios que nos consumen y dejar a un lados las necesidades de los débiles siendo esclavos de nuestra propia pena.

Desde la soledad que elijo y a los demonios que he expulsado, yo os dedico estás palabras para que salgáis de vuestro estado.

La mejor manera de ser activo es serlo ya.

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