Cuando la fuerza te da alas

No me imagino en otro momento más que este, totalmente desvelado en mi salón que me dispongo a estudiar inglés, cosa que no he hecho en todo el santísimo día; es verdad que es cuestión de hábito el tedioso estudio pero... la motivación es lo más importante en esta entrega.

Ando en tiempos revueltos, como huevos, en los que es imposible consolidar un objetivo, una meta; aún así no dejo de preguntarme todos los días cómo agotar todas estas existencias de pensamientos vanos. Sólo he notado una cosa que no me deja que me relaje en los laureles de la palaciega pasividad: el deporte.

Cada vez que más me esfuerzo, aunque haya noches que por la estimulación no duerma, no dejo de darle vueltas a lo bien que me hace sentir correr de nuevo como lo estoy haciendo, alimentarme bien como lo estoy haciendo o simplemente haciendo todo el deporte (aunque quiero más) que me está permitiendo mi tiempo.

Noto que cuando más duro trabajo mi cuerpo se transforma, estoy recuperando lo mejor de mi mismo con el tiempo y sólo me centro en la pena y el agobio que suponen los acontecimientos negativos; pero qué es de lo bueno que me rodea...

Las ganas que le estoy impregnando cada día a mi deporte, las ganas con las que quiero ver a las personas que me hacen la vida más fácil y con las que tengo sueños, las personas que conocías desde hace muchisímo tiempo y toman una trascendencia en tu vida tal y como la tienen ahora, las personas que se van y no vuelven, las que vuelven para irse, las que ya no están, las que permanecen pero como si no estuvieren, las que andan ahí siempre, las que no se ven pero ahí andan... a todas esas personas que hacen de mi historia real la historia de ellos también.

Cuando la fuerza te da alas te sientes magnífico, con ganas de más, acaso creo que el deporte en sí es la fuerza, la voluntad, la superación, y eso impregna tu vida, y la vida de los demás que te ven, de tus compañeros en el gym, de tus amigos, familiares, de la misma vida en sí... acaso no notas esa fuerza cuando llevas media hora seguida corriendo, o cuando levantas más kilos en el press banca, o cuando eres capaz de conseguir hacer tus primeras dominadas sin ayuda... 

Cuando la fuerza te da alas, no te detiene nada... en el físico seremos finitos pero en el alma (mente) nuestro increíble es el único universo infinito

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