Tardes de sábado

Tras una buena conversación, a la mañana siguiente se te queda un buen cuerpo que revitaliza; sin embargo, esa energía se va agotando perdurando el recuerdo y aumentando las ganas de volver de nuevo a que haya noticias de ninguna parte.

Es tarde de sábado, y si supieras como tengo ganas de vivir alguna en la que tu presencia esté ahí... Tardes de café, tardes de compras, tardes de en casa, de disfrutar haciendo miles cosas... Tardes que lleven tu nombre.

Después de una siestecilla, ¿qué sería dormir contigo? ¿qué se siente al tocar a un ángel de estos que existen en la tierra? ¿Qué sería disfrutar de nuevo de una conversación cara a cara y compartir contigo unos momentos?

Desde este cielo, un morador te echa de menos, y sólo me contento por tenerte en sueños cara a cara, mirándote y disfrutando contigo.

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