El vacío inmenso

Es inusitado y grandioso el vacío que me dejaste por dentro; no tengo ni una mala palabra para decirte que tras la ruptura sólo hay buenos recuerdos... lo malo ya se ha ido, e incluso ni me acuerdo de por qué, los motivos u otras cosas que ya ni importan. Ahora sólo queda el vacío profundo que procesa mi cuerpo por religión y mi alma como lamento, quedando sólo las palabras como desahogo para purificar mi corazón, va como un chorreo lento porque todavía las cicatrices están frescas y las heridas escuecen por dentro.

No habrá nadie como tú, ni con tus labios, ni con tus caricias, ni con tus risas que lo llenaban todo desde cualquier rincón de una habitación de dos con todo rodado por el piso; nadie hablara de hacer el amor a escondidas a las 4 de la tarde temerosos del ruido de un motor de coche o una cerradura. Nadie hablará de un verano para las bicicletas, ni de un erasmus intermedio, infierno latente, ni de las aventuras por las calles de Madrid. Sí... todo esto habla de ti, acaso creías que era de otra persona...

El vacío inmenso que dejaste, fue como una muerte del ave fénix pero sin resurgir... como una tarde de levante de 3 rayas en la playa de la muralla dónde a las 19.00 muere el viento sobre la arena y se para en seco... Fuiste la historia de amor más bonita que viví jamás, de la que mi corazón no se podrá recuperar hasta que encuentre otros motivos por los que latir.

Una y otra vez, otra y dos por cuatro que se me vienen again and again; viví tu amor, y fue algo hermoso, nuestros caminos se separaron y yo lo agradezco, porque aunque no lo creas lo único que te he hecho en todo este tiempo es ahorrarte sufrimiento.

una sombra de lo que fuí alguna vez

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