Al alba de la locura,
El deseo de minarte a besos
Arrebata a mi corazón,
Mientras tus miradas sugerentes,
Endiablaban mi razón,
¿cómo puedo hacerte mía?
¿cómo puedo enamorarte con
esta irrevocable pasión?
Tus caricias sibilantes me estremecen
Pudiendo tocarme el alma
Como si estuvieras en mis entrañas.
No sé, como tu abrazo, tu ternura,
Pueden vivir eternamente en mi,
Anhelo día y noche el momento de amarte
De hacerte mía bajo la luna argentada,
Mi corazón late con furia, cada vez que me besas
Cada vez que me amas….
Siento fuego en mi interior,
La locura se apodera de mis sentidos
Cuando tus suaves dedos
Se encuentran con los míos
En un movimiento fortuito y embriagador
Tanto es el sentimiento,
Que por las noches en sueños grito
Tu nombre y solo hayo silencio.
Te busco en cada amanecer,
En los atardeceres de los bosques
Yo imploro tu presencia
Gritando tu nombre
Pero solo te encuentro en el alba
Donde mi corazón se quebró
Cuando tu lo tocaste
Y contigo se fue para no volver
Para que tu fueses su dueña
Y contigo solo conocer el mismo amanecer
Al alba…
El deseo de minarte a besos
Arrebata a mi corazón,
Mientras tus miradas sugerentes,
Endiablaban mi razón,
¿cómo puedo hacerte mía?
¿cómo puedo enamorarte con
esta irrevocable pasión?
Tus caricias sibilantes me estremecen
Pudiendo tocarme el alma
Como si estuvieras en mis entrañas.
No sé, como tu abrazo, tu ternura,
Pueden vivir eternamente en mi,
Anhelo día y noche el momento de amarte
De hacerte mía bajo la luna argentada,
Mi corazón late con furia, cada vez que me besas
Cada vez que me amas….
Siento fuego en mi interior,
La locura se apodera de mis sentidos
Cuando tus suaves dedos
Se encuentran con los míos
En un movimiento fortuito y embriagador
Tanto es el sentimiento,
Que por las noches en sueños grito
Tu nombre y solo hayo silencio.
Te busco en cada amanecer,
En los atardeceres de los bosques
Yo imploro tu presencia
Gritando tu nombre
Pero solo te encuentro en el alba
Donde mi corazón se quebró
Cuando tu lo tocaste
Y contigo se fue para no volver
Para que tu fueses su dueña
Y contigo solo conocer el mismo amanecer
Al alba…
Nicolás Martínez Espinosa de los Monteros
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