Soy fragilidad

Hoy me desperté un hombre nuevo
Ausente de tus palabras,
Me sentía desnudo,
Débil ante la fragilidad solitaria
En la que me dejaste cuando tu beso
Abandonó mis labios para fugarse.

Recuerdo ese día como el primero
Antes de volver a nacer,
De volver a sentir tantas cosas que
Deje de sentir,
Como si hubiera vuelto de un viaje
Extraño, en el que no te hubiera visto
O no te quisiera ver.

Me desperté, y no fue un sueño,
Desperté solo, solo en la inmensidad
Del desierto de sábanas blancas
Inertes sin tu cuerpo,
Mi rostro inundado en lágrimas
Es un oasis siempre dispuesto para
Saciar mi calma y los gemidos
Solitarios producto de mi sueño.

Ser el producto de la soledad,
De todas las horas muertas
De pensamientos dispares
Que atentan contra mi corazón
Sin encontrar esa sin razón
En ninguna parte.

Miro una foto, y todo me recuerda
A ella, las calles mojadas, las pisadas sin huella,
Las mil y una señales que andan en el aire
Que me incitan a ella; sé qué está ahí,
Transitando por mi mente, por las palabras
Que escribo en las hojas de papel verde,
Esperando una señal de ninguna de parte,
Ver pasar el tiempo y clamando que no sea
Demasiado tarde, para enmendar mi error.

Llega el domingo y con su canto
Radiante indica mi tortura,
Pasan las horas y el reloj me condena
A la eterna espera,
Me consumo ante la ventana
Mirando la gente pasar,
Las hojas cayendo muertas
Sobre una acera helada
Que parece de cristal.

Una eternidad hasta la noche
Dónde mueren las penas,
Llega el sueño incipiente,
La llamada a una nueva espera,
La del sueño; aquí todo acaba, dónde
Todo empieza, en el subconsciente,
En lo más profundo e instintivo,
Dónde reside el alma, la pasión y
El miedo; dónde ya no hay sitio para
El amor y el celo.