Suspirando tu nombre

Será la única vez que pronuncie tu nombre,
Llevo toda la tarde pensando,
Viendo cómo pasa el domingo de horas muertas,
Que tan hondo me está quebrando.

Quizás el tiempo se haya parado,
En esta tarde adormecida y quieta,
Contemplando desde la ventana,
Como caen las hojas de los árboles
Los niños corriendo,
Mientras el sol sucumbe con matices pardos,
Y aquí, en mi soledad, tu ya no estas.

Llega la noche con su frío silencio,
Siento el escalofrío helado
Que recorre mi cuerpo,
Que sentiré antes de dormir,
Es lo único que me queda de ti,
A parte de tu recuerdo.

Vivo en las lágrimas de los amantes rotos,
En los libros tirados, llenos de rajas y bollos,
En la melancolía de la mano que mece la pluma
Creando un mundo de tristeza y soledad
Que dejaron vacío a un corazón negro
Por la mano yerma de tu tormento,
Aún así sigue pasando el tiempo,
Y la necesidad aumenta mi ego,
Sigo sintiendo, te quiero.