Allí estaré

Y cada vez más y más
Mantengo la necesidad insondable
De gritar a los cuatro
Vientos que te quiero,
Que se escuche este
Canto desesperado proveniente
De lo más profundo e
Intenso del cuerpo.

Tanto te echo de menos,
Añoro tus labios cuando
Besaban los míos y me dejabas muerto,
Cuando extasiado en el sofá
Me rendía a tus encantos,
A tu ojos negros, a tu pelo sedoso,
A esas suaves manos
Que engendraban ternura y
Pasión por los poros.

Canto de amor desesperado
Que por las noches se transforma pardo,
Canto de amor violento,
Que duele, golpea y se siente dentro;
A la mañana siguiente mi amor
Se derramaba por las alcantarillas
Negras, como gotas de lluvia ácida
Que corroen lo que tocan
Con tan solo verla.

Allí estaré, sentando en aquel banco,
Dando de comer a las palomas,
Cantando bajo la lluvia, paseando
Entre las sombras de las farolas
Buscando una señal tuya
Que me aliente a la aurora;
Y qué más puedo hacer,
Salvo ver pasar el tiempo
En lo absurdo y arduo de mi silencio.