Lo que se esconde tras de mí

Ella me nubla la razón,
Se muestra fría, distante,
Se muere mi corazón
En cada instante
Que su imagen vuelve a mi mente,
Me persigue y no me deja,
Me aqueja y me inhibe,
Pero sigue estando ahí,
En el recuerdo infranqueable
De horas y horas
Tras las que se esconden
Mil y una emociones,
Tardes de domingo,
Noches interminables
De sueños y suspiros.

Ella sigue siendo ella,
Pero qué ha sido de mí,
Solo quedan migajas
En la arena de lo que fui,
Ni la credibilidad me queda,
Siquiera la fuerza de mí
Palabra que antes solo bastaba,
La dejé, me fui y ya no se
Ni lo que sentí.

Recuerdo las conversaciones
Interminables,
Los te quiero a media voz,
Las caricias furtivas que evitaban
La mirada de los presentes,
El tacto de sus dedos al pasarme
Cualquier objeto,
Su sentido, su sensibilidad,
Sus ojos penetrantes, tan negros
Como el mar, son el espejo
Más real, de mi imagen,
De mi mal, de todo cuanto anhelo
En esta vida, no me ha hecho falta rival
Para esta acometida,
Solo me queda observar el humo
Del tren que se ha marchado

Sin tener una despedida.