Carta a un amigo

A veces, estamos solos y no tenemos a nadie en este mundo más que a nuestros propios pensamientos sumergidos en un largo paseo que siempre termina en las rocas angostas de una playa desierta. Siento pena al ver, que los años pasan, nos hacemos mayores y todo a nuestro alrededor cambia, se transforma y toma otras dimensiones que ni imaginábamos; la gente parte, busca su hueco en el mundo, unos vuelan, otros se estrellan y pase lo que pase siempre me tendrás aquí.

La acera de la calle es dura, cuando te caes y te golpeas comprendes que es como la vida, siempre está abajo esperando un resbalón para que notes lo dura y árida que puede llegar a ser; aún me acuerdo de cuando niños, de nuestros juegos, nuestras palabras, nuestras sonrisas y fotos que quedarán para la posteridad, pase lo que pase, llueva lo que llueva, esas fotos aunque siempre se mojen, se sabrán que existieron y nunca se podrán borrar, aunque sea permanecerán en nuestra memoria.

La familia es algo especial, siempre está ese hermano al que nunca tuvimos, el padre que se fue o el primo que vino sin aviso al nacer; aunque tengamos nuestra propia familia, siempre tenemos la necesidad de buscar otra familia, como te decía antes, el hermano que nunca tuviste, el padre que se fue o el primo que vino sin aviso al nacer y es que no hay nada en esta vida como descubrir a personas que llenan esos huecos antes vacios, tomar de sus palabras la inspiración, imitar sus gestos o su personalidad; creo que nunca me podré arrepentir de encontrar a nadie como tú, a quién admiro por su silencio y su constancia.

Y aún así sigo pensando por qué en esta vida se está de paso, al menos te tengo como compañero y eso es un gran orgullo y honor, caminar a tu lado es la mejor compañía que se puede tener en un largo paseo por la playa, aunque siempre termine en las rocas ¿verdad? Creo en ti, creo que llegarás a ser un hombre que ofrecerá mucho a su alrededor, creo que si tus metas son verdaderas las lograrás, porque en nadie mejor que tú me podría yo mirar.

Una vez un hombre dijo que todo aquello por lo que luches lo conseguirás; yo te digo que aquel hombre estaba equivocado, pero si te digo que cuando realmente quieres algo, todo el universo conspira o actúa de forma para que lo consigas, solo tienes que estar atento a las señales, así que aprende a escuchar a tu corazón y a tu mente, las dos piedras angulares que te llevarán a esa meta, sientete realizado y dichoso y así serás feliz, a mi me tendrás siempre, es difícil que me pierdas, porque siempre caminaré a tu lado aunque en tu camino solo haya piedras.

Carta a un amigo
10/01/2009

Dedicada en especial a: E.A.G.

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