Inesperado


Tanto que aprender,
Tanto que vivir,
Tanto que descubrir
En un mundo aparentemente
Perfecto que se empieza a hundir.

Puedo permanecer aquí impasible
Y lamentarme una y otra vez
De que nada estoy haciendo
Por conseguirte.

Ando en deseos de hablarte,
Tomarte la mano
Mientras caminamos,
Besarte la frente
Mientras nos miramos,
Puedo arrepentirme
De todos estos pensamientos
Que inundan mi mente,
Pero jamás hacerlo de esto
Que está naciendo y que
Se palpa en el ambiente.

Te pido que me pidas
Que me quede,
Que la espera no sea eterna
Como nuestras conversaciones
Inocentes bajo esa luz de velas
Tan intima y serena.

Mira, la noche es bella,
Estrelladas cien centellas
Que plasmadas en el cielo
Forman tu nombre
Y el mío sobre esta
Cama de heno,
Que nos acoge al resguardo
En el pajar, alejándonos
Del mundo y otros vientos
Que nos llevan a la mar
Dando así lugar
A un sinfín de caminos
Sin testigos ni final.

Alejarte del mundo
Un segundo,
Quererte es mi decisión
Final, eres la luz en esta
Oscuridad, ya no quiero ver
Otros amaneceres
Que no sean junto a ti,
Quiero cerrar mis puertas
Así que para ti estoy aquí,
Te has convertido
En mi ángel salvadora,
Eres mi destino,
Y de ti lleno de pensamientos
Estas hojas con mi sino.

Algo nuevo esperado,
Alimentas de ilusiones
Todas las heridas del pasado,
Curas como un bálsamo,
Un ente prominente
Que se precipita en
Una acción correlativa
Y sumergente.

Es momento del cambio,
Cambio necesario,
Necesario que me
Enamores
Y enamorarte al acto,
Acto que apacigua,
Apacigua el llanto,
El llanto de mil demonios
Que tenía atrapados.

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