Nada ni nadie

¿Por qué llegas en forma
De flor helada?
¿Por qué tu tacto es
Delicado y frío?
¿Por qué eres como una
Desesperanza que cabalga
Por mí como un territorio perdido?

Tenue, fugaz,
Una sensación indemne
Sin rival, sin final,
Es una dependencia que
Se va haciendo total, inmortal
Es esta recaída constante
En la inseguridad.
¿Por qué, amor, eres la
Grisácea lluvia que cala
En mi cuerpo y me hace
Sentir la adversidad?
¿Por qué no te marchas
A explorar otros lugares
Lejanos y me dejas en paz?

Sentirse desnudo
Como un ángel caído
Con las alas rotas,
Mojado y en el suelo
Desplegado, soportando
Una balanza que contra mí
Voluntad se inclina hacia tu lado.

Nadie pintó el amor
De colores, jamás se sabrá
Qué textura tiene, qué forma
Aduce o a qué palabras cabe,
Nada ni nadie en este
Mundo sabe, sólo los ciegos
Son capaces de entender esos
Matices que van más allá
De los vista y un bonito paisaje.