De mis viajes por días grises

Y es extraño, como ha podido
Pasar tanto tiempo y en tan
Poco sólo nos hemos hecho daño;
No lo entiendo, lo fácil que es vivir
Y nosotros lo volvemos complicado,
Es un gran enigma sin resolver y
Éste si viene de antaño,
El ser humano, los sentimientos
Y los engaños que causan las
Mayores catástrofes del año.

Acuña el agobio la moneda del
Octogenario, la pasión desenfrenada
Y las acciones sin reparo;
Es que ya no entiende nada, tan sólo
De un aislamiento permanente,
Por muy lejos que te vayas
Nunca podrás escapar de tu mente,
Los problemas te seguirán y estarán
Acechando tras de ti como una serpiente,
Hagas lo que hagas, en tu lejanía, en tu guarida
Escondida, oscura entre la maleza parda,
Por más que huyas y te evadas, siempre
Estés donde estés te vigilara incesantemente
La mala costumbre de largarte y dejarme
Aquí inerte, muerto de consciencia,
Noqueado, como un papel sucio al
Que has dejado de lado,
Sobre un montón de cosas dormidas
Por el paso de los meses y los días amargos.

He me aquí, sólo te expreso con la palabra,
Con el cuerpo no puedo, no te puedo ver
Y eso es lo que tanto anhelo, buscar de forma
Prófuga tu beso, en la desconcertante noche
Mientras no llega el sueño, que nunca llega,
Que nunca llega, porque yo no sé de soñar
Del pasado y las antiguas vivencias,
Yo solo sé de amar y de esperar tu vuelta,
Estoy teniendo paciencia, intento comprender
La complejidad de tu situación límite, pero sólo
Encuentro dolor a todas las respuestas, sólo
Encuentro suspiros que cierran puertas;
Egoístamente, sin condescendencias, ya
No puedo más con esta guerra, se me hace
Sin sentido y me desespera, quedan horas
Para celebrar tu enhorabuena y aún así,
Aquí esperando entre poesías me muestro
Escéptico, ahora no me creo aquellas
Palabras que hablaban de lucha y entrega
Ahora únicamente creo en estas:
“No esperes nada de nadie, así nadie te defraudará”
Duras palabras, para una dura verdad;
Todo simple, sin complejidad.