Dama de Noche, Danza Expresiva

Noche de gatos pardos

Creo que te amo,
Te he visto otra vez
Descansando en el rellano;
Todo es increíble,
Del mundo me siento el amo,
Inimaginable parte de lo sensible
Que se adueña de mi mano.

Toco tu cara,
Apartas mi mano,
La agarras con fuerza
Y provocas mi abrazo.

Te resarces y escapas
Con un suspiro indomable,
Te vuelves llanto en el suelo,
Suenan los ríos desde lo alto
Caer en tu cuerpo.

Tres gatos pardos,
Observan desde mi ventana,
Con su cara de luna nueva
Por la cornisa danzan.

Tres, ni más ni menos,
Tres solamente, ronronean
Con sus bigotes de bronce
Rasgando la puerta.

Caigo rendido en la cama,
Esos tres gatos me acompañan,
Me velan en la calma,
Mientras mis pies arañan.

Uno juega con mi oreja,
Otro rasga mis ojos,
El tercero rasga mi cuerpo
Dejándome loco y rojo,
Loco de espanto, loco desierto
En tus labios.

Logro zafarme,
El cansancio consume mi ego,
Me nubla la consciencia
Matando mi dedo ciego.

Sale el alba,
Vino a despertarme en la mañana,
Mis tres gatos escapan por la ventana;
Yermo de calor humano,
Mi sueño ha expirado,
Tras esta tortura turca
Mi cuerpo siento agotado.

(puede haber modificaciones en la narración)

La huída

Trato una huída,
Busco una salida,
Estas cuatro paredes
Provocan mi asfixia.

No puede ser,
Vienes y te vas,
Vienes y vas,
No quiero recordarte
Pero siempre vuelves
Una vez más.

Sabía que llegarías,
Como divina inspiración,
Que morirías en mis palabras
Pero resurges como ave fénix
De sus cenizas;
Idea imparable,
Increíblemente constante,
Siempre rondas mi mente,
Incansable, sombra de mi sombra
En este difícil baile; te encuentro
En todas partes.

Con estas mismas palabras
Que te amaron, ahora intento
Desterrarte;
Echarte de mi corazón roto
Para poder olvidarte.

Va y vuelve,
Va y vuelve,
Vuelve y va,
No se detiene,
Reside en mi mente,
Regresa, calla, despierta,
Guarda silencio, me llama,
Una palabra, un lamento,
Un llanto de noche,
Un espanto de muerto,
Un triste recuerdo que se prolonga
En el espacio y el tiempo
Como una línea recta que nunca
Encuentra un fin, nunca encuentra momento,
Nadie puede parar lo insaciablemente eterno.

Me asalta en la noche lleno de lágrimas,
Horas en vela, las hojas rasgadas,
Quemaduras de cera; al suelo caigo,
Me encuentro desnudo y débil ante
Esta fragilidad famélica, y es que no salgo
De este pozo de noche inmensa,
Me siento oscuro y perdido,
Lago profundo muerto y sin sentido.

Va y vuelve,
Va y vuelve,
No se detiene,
No tiene espera,
Me colapsa,
Me inunda,
Remolino trepidante sin
Descanso que me incita
A la locura;
El mundo se hace nada,
Nadie puede controlarlo,
Sigue mi psique plateada
El puñal que reside aquí en mi mano.

Va y vuelve,
Va y vuelve,
Sigue sin detenerse,
No puedo sacarlo de mi cabeza,
Todo se hizo nada, nada en el
Absoluto,
Va y vuelve,
Va y vuelve,
Al menos con mi muerte
Te fuiste, silencio que calló
Mi voz triste.

(Puede haber modificaciones en la narración)

"Por una MH, ¿qué más puedo hacer?"

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