El árbol azul madrugada


En la noche desierta, tras la
Cortina de madrugada aciaga,
Se abre el telón del gran teatro,
La improvisación hace acto,
De presencia o Plasencia, como
Más o menos guste, que se
Deja en manos del disfrute,
Del buen espectador si acaso,
Si es que viene al caso de saber
Si es sabido, que todo lo malo o
Bueno es recibido, en eso de la
Repentina puesta en escena
Sin permiso, de la espontaneidad
Pasajera, que llega como fatigada
Viajera, que sigue a marchas forzadas
Sin dar tregua; confidente de sueños,
Amigo de la provocación e improvisación
Sátira, satírica e irónica de la vida
Anónima, de la pasión a deshoras.

Árbol azul de frutos negros,
Tu dulce néctar nos seduce a
Nosotros los muertos, vivimos de noche,
Dormidos de día y no somos vampiros
Que chupen sangre ni alegrías;
Somos los bulímicos nocturnos de
Letras y sabiduría, comemos fervientemente
Letras y más letras, palabras y más palabras,
Anécdotas y más anécdotas, hasta colapsar
La mente; todo empieza a dar vueltas como
Un remolino, una lavadora en centrifugado
Divino, comienza a vomitar y no parar, cuando
Se inicia no hay marchas, se expande como
Las ramas del árbol de noche, de madrugada,
En penumbra con una luz que le sirve
De almohada.

Vomitar y vomitar, sangrar incluso,
Y es que soy único recluso,
De este círculo de vicio difuso,
Que me consume, que me atrae con
Más fuerza, que no se aleja, que tambalea
Cuando no me endereza, folios y más folios,
Incansablemente, sediento, atento, espeso,
Mugriento, polvoroso, me acuesto
Aturdido, como bulímico
Al váter hundido,
Cabeza a dentro
Y rendido.

Cuantas palabras muertas
Han sido mi abrigo,
Cuantas palabras flacas
Para el olvido,
Y comprendí después de muerto,
Que la vida son dos días
Y hay que andar despierto.

Comentarios

Ary ha dicho que…
me ha parecido increible....

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