Fragmentos I

"amor, te escribo esta noche acalorada de pasion, aún sigo pensando en el momento de mi marcha, al dejarte esta carta en el buzón, ante todo, como testamento te lego mi corazón, último reducto de recuerdos acumulados toda una vida, y junto a ella esta flor, esta rosa roja bañada en sangre que chorrea por sus espinas, espinas clavadas a ciegas, atientas en la oscuridad de este día"

"Caminar la vida a tu lado, sería un paseo por la playa que nunca terminaría entre las rocas, te haría sentir como la orilla, siempre bañada por las olas y esa espuma blanquecina que cabalga el viento a deshoras, te diría todas esas palabras que quedan enterradas por la arena bajo mis manos, y siempre atento a tus ojos besaría irremediablemente tus labios salados, mar abierto, sol de justicia sobre mi cuerpo, te taparía del calor abrasador fundiéndonos en un solo lamento, noche estrellada, que bañas el cielo de astros prodigiosos y esféricos, propicia ese momento, en el que tu y yo, solos nos amamos en silencio eterno."

Ponme a prueba, reta a mis sentidos, mis palabras vuelan, de mi boca a tus oídos o mejor dicho de mis dedos a tus ojos pasando por de colores, un estallido.
Puedo hablarte en verso a cada momento, desde la mañana a la noche y reflejarte en este escrito como si fuera tu espejo.
Solo al mirarte contemplo mil siluetas distintas producto del brillo de tus ojos
Y todas ellas distintas como tus enojos, mejor serían despojos, o tal vez pensamientos perezosos; todo al mirarte es distinto, incluso el aire sabe raro cuando no es contigo.