La verdad es que...

La verdad es que está costando mucho trabajo, sobre todo cuando más lo piensas y te das cuenta de lo difícil que es lograr ese objetivo. Luego, cuando te encuentras descansado y pleno, vas directo a ello con todo convencimiento y no te dejas influenciar por nada, ni siquiera por las dificultades. Pero hay días, como bien dije antes en los que todo parece negro y no va a salir adelante, días en los que el pasado vuelve como una sombra de ceniza a colocarse sobre tu cabeza mermando cada una de las emociones que pueblan tu cuerpo.

En esos días, los cuales cada vez son menos, es cuando hay que seguir luchando porque con el tiempo agradeces esa incansable mentalidad de lograr el objetivo; sé que llegaré, no sé cuando ni como, pero sé que llegaré y todos estaréis para verlo, cuando yo logre mi objetivo.