La veda ha sido abierta

Ya hacía mucho que no andaba por aquí y esta vez simplemente hago mención a mis publicaciones que hasta ahora sólo habían sido un epílogo de lo que me gustaría que fuera mi obra futura; la poesía está bien, es bonita, normalmente suele gustar pero es un género para bohemios que simplemente son unos incomprendidos que quieren hacerse escuchar por si suena la campana y alguien los comprende. Touché!, yo soy uno de ellos y los defiendo.

Pero hago una reflexión, la comparto con todos aquellos que quieran escucharme; ¿qué coño queremos decir? ¿cómo coño nos van a entender? ¿quién dicta si una poesía es bonita, bella, tiene cuerpo, es la moda? ¿qué entienden ellos de la vida, los sentimientos?

Dentro de nosotros hay un pequeño escritor, sí, lo hay, y una vez más digo que todo aquel que tenga las agallas y el corazón de escribir aquello que piensa y siente sin tapujos es escritor; quien tenga boca para escribir, equivocarse y arrepentirse, es escritor; Soy escritor porque cuando escribo, lo hago con el corazón y a veces quizás ni atienda al orden de las cosas, ni suenen bonitas o no tengan un perfecto orden en el enmarañado caos que algunas veces suelo forma, incluso si los repito una y otra vez veneficiandome a la redundancia de los cojones.

Que os follen, a todos aquellos que teneis complejos y no los superais; que os follen a todos aquello que van con una máscara puesta y no van de frente; que os follen a todos aquellos palurdos finolis que realmente no saben lo que es estar jodidos; Que os follen a todos aquellos que no habeis amado en verano, a los que no hayan sido queridos, a los que no hayan querido a nadie, a los que ponen barreras a sabiendas de las necesidades, que os follen a todos malditos bastardos.

Bendita la luz que ilumina a los ciegos para que dejen de serlo, os doy la bienvenida a mi nuevo testamento y no a la misoginia tan pueril de esta sociedad de petardos, mentes cerradas, ineptos, gilipollas, envidiosos, manipuladores; Bienvenidos mi legado a llegado: La Sinceridad y honestidad de mis pesos pesados. Aquí con vosotros me limpiaré de todo lo que arrastro.