A fuerza tiempo buenas son carreras

Son las 03:12, a esta hora es cuando estaría llegando a casa tras la jornada de trabajo; pero no, he ido más allá; algunos me dirán loco, otros me mirarán con cara de expectación, incluso me pondrán de payaso, gilipollas...pero yo he hecho lo que me ha salido de la pol... válgame la rima insana y justiciera.

Hacía una semana y pico que dejé de correr desde que empecé a trabajar en la sureña, y no podía seguir siendo así; hoy no ha sido día de doble turno (como será mañana) así que decidí irme del trabajo a casa corriendo con dos cojones por medio de Granada y ante la expectación de la gente de fiesta.

Me ha hecho gracia encontrarme hasta con amigos de INEF (que gran carrera); así que yo, sólo, he acortado en 45 minutos todo el jaleo que me conlleva llegar a casa y darme el jandeo bueno que me doy todos los malditos días andando.

Ahora aquí en mi salón, tras varios minutos de reflexión pienso, ¿dónde está límite que separa lo cuerdo de lo insano? ¿Dónde está el límite de lo humano?

Me da igual sinceramente todo aquello que brote de las palabras de los demás, críticas o elogios me los desfilo uno a uno por mis gracias genéricas dadas por la naturaleza. 

Ahora, pienso en muchas cosas, quizás pueda ir un día y vuelta a mi casa, o quizás no, quién sabe: la verdad me gustaría ir y pasar un par de días en mi casa junto a mi gente, dormir en mi cama, ver las caras de mis padres, ver a mis amigos, ver sobre todo a mi abuelo que lo echo terriblemente de menos. 

Otros pensamientos nublan mi mente, pero esos son mejor dejarlos en el aire y que se pierdan en el ambiente.

"Luz de luna que esta noche me abrazas,

fría como el hielo de esta habitación 

te encuentro en las caricias de los recuerdos

lejos de malezas y zarzas.

El sentimiento carmín de tus labios tostados

colorea mi piel dorada de oliva y sal

y todos tus besos yo los quiero,

así en tus brazos volverme a encontrar mamá"