Porque todo llega cuando menos se espera

Hace unos años, por un entonces lejano
conocí al que sin duda con el paso del tiempo
se convertiría en algo parecido como un hermano.

Nada más verlo, su hechura graciosa
despierta simpatía, y no hay ningún día
que no me acuerde de él con una sonrisa.

Alto, fornido, fuerte roble parecido
dan ganas de abrazarlo con tan solo mirarlo
dan ganas de hacerle cosquillas 
para escuchar su graciosa risilla.

¿es un mirlo? no
¿es un avión? no
¿es un héroe? no
simplemente es él, todo en uno,
uno para todos, grande.

Si fuera necesario te daría un riñon,
también me tiraría un pedito con olor burlón,
y sí, te pegaría, como tantos porrazos
nos ha pegado juntos la vida; 
si tu vida estuviera en juego, 
seguramente apostaría la mía a doble o nada
por tal de que estuvieras a salvo
porque sin ti, mi vida es nada.

A mí me gusta sacarte sonrisas, 
con tonos de melancolía, 
los dos sabemos que siempre 
he sido muy de poesiítas
pero que aquí tienes la tuya, 
después de tantos años
para que puedas ver que no hace falta
escribirte nada cuando te tengo presente
cada día, como a mi hermano.

J.P.F. 30 de Diciembre de 1989

Comentarios

Entradas populares